Silencio, repliegue y recogimiento
Venimos de facilitar un retiro de un día y medio de Meditación y Silencio. Poco tiempo para entrenarse y entrar a fondo y suficiente tiempo para ver patrones, tendencias y hábitos en el modo de funcionar!
En el retiro se pidió de no interactuar con las demás personas ni hablando ni con el lenguaje no verbal, es decir, evitar cruce de miradas, intercambio de gestos o muestras de algún tipo.
En mi caso lo apliqué tras un par de veces de darme cuenta cómo devolvía de forma automática una mirada, una sonrisa, al cruzarme con alguien… fue el primer «darme cuenta» sobre el tema.
En la primera comida con silencio sentí incomodidad, conecté con el malestar que esa situación de comer en silencio me genera, y permaneciendo en esa sensación/emoción (Vipassana!), vino la imagen cuando comía al mediodía en una mesa de picnic muy pequeña frente a mi madre que por entonces estaba sumergida en el alcoholismo. Vino la imagen, la sensación, la comprensión, la liberación!!
Para la cena, comer en silencio fue un festín de sentir. Sentir-me yo, sentir mi energía, sentir/percibir a los demás compañeros de experiencia sin mirarlos. Brutal!!
Me dí cuenta además de un «demonio» que construye mi mente respecto a la gente… Me llevé el «demonio» a la siguiente práctica sentada de meditación en la sala.
Algunos de los condicionamientos: creencias, carácter, educación, cultura, estrategias, máscara, personajes…
Por la mañana, al transitar por la casa, ver algunas personas charlando y durante el desayuno, vino una comprensión: Cuántos condicionamientos llevamos las personas, a nivel de creencias, de carácter, culturales, personajes, programas mentales.
Me dí cuenta de la dificultad, generalizando, a estar en el vacío, en el no programa, en lo genuino, para interactuar de manera «fresca» según surja la verdadera necesidad, no según el programa automatizado. Llegué a la conclusión de qué poco libres somos o soy!
Un día y medio haciendo como un monje novicio, en esa actitud de repliegue y recogimiento, me reveló cosas muuuy interesantes.
Como dijo Josema Torres, facilitador del retiro de meditación Samatha y Vipassana:
«La conciencia libera. La conciencia sana. La conciencia da luz«.
GRACIAS a todas las personas que hemos compartido este viaje.
Mª Rosa Parés Giralt