Qué supone la autorresponsabilidad personal
Hoy tomo conciencia de que soy personalmente responsable de cada pensamiento, sentimiento y acto que emanan de mí. Yo soy consciente de que, a menudo, la causa profunda de mis problemas, decepciones y contrariedades residen en mis expectativas insatisfechas con respecto a mi mismo, a otras personas o a las situaciones.
Yo soy el origen de mis problemas y, por consiguiente, el único responsable y capaz de resolverlos. Yo soy responsable de la manera en que reacciono a mi medio ambiente, a los demás y a las situaciones, tanto en mi vida privada como en la profesional; así como también lo soy de las consecuencias que estas reacciones me traen. Comprendiendo perfectamente esto, ceso de hacer a los demás responsables de mis problemas, de mis sentimientos y de mis reacciones a las diversas situaciones de mi vida, tanto en lo profesional como en lo privado.
Sabiendo perfectamente que puedo volverme dependiente de otras personas y que ese hecho puede obstaculizar mis propios actos, yo no echo la culpa a dichas personas cuando surgen situaciones desagradables para mí. No siendo víctima de las circunstancias, tengo la fuerza y la energía para obrar con el fin de modificar las situaciones.
Cuando cometo errores, no busco justificarme, ni busco escapatorias o pretextos. No pierdo mi tiempo en recriminaciones interminables, en justificaciones o en la búsqueda de culpables. Actúo inmediatamente para corregir mis errores.
No espero que los otros cambien, o que las circunstancias mejoren, o que sean más justos o más amables. Yo vivo aquí y ahora. Me siento responsable del mundo en el que vivo. Por mi manera de actuar, contribuyo a cambiarlo y dejo de exigir que los otros se justifiquen.
Soy plenamente consciente de que yo soy el único responsable de todos mis pensamientos, de todos mis sentimientos y de todas mis percepciones.
Autor anónimo