Identifica lo ajeno y lo propio
Es curioso leer/escuchar los comentarios que hacen unas personas sobre otras acerca de sus ideologías, acciones, declaraciones, todo lo que ponen de sí mismas para criticar y juzgar a las demás sin darse cuenta de ello.
No se dan cuenta de las palabras llenas de carga que utilizan, insultos, vejaciones, burlas, como si la conducta ajena lo justificara sin percatarse que eso que dirigen hacia fuera les nace y les sale de sus adentros, nadie vino a ponérselo!
No se dan cuenta que son sus propias emociones, sus estados, que es su propia rabia, frustración, expectativa, exigencia, intolerancia, irracionalidad, su propia toxicidad, y como no reparan en ello, no se paran a pensar que tal vez podrían gestionar la situación de otro modo, responder en vez de reaccionar o de reaccionar tanto, actuar con pies y cabeza lo que se conoce como sentido común, actuar de manera más inteligente, más efectiva.
Recoge tu basura y toma tu responsabilidad
Lo que echas fuera, es tuyo, solo tuyo.
Lo que hace alguien es responsabilidad de ese alguien y siempre tendrás derecho a quejarte, protestar, estar en desacuerdo, pero ¿qué tal si te haces cargo de tus impulsos, tus carencias, tu fanatismo, tu impaciencia, tu etc. y haces oposición de un modo que no empeore el mal ambiente y afecte a tu alrededor?
Si quieres soluciones, constrúyelas, no destroces!
Si quieres luchar por algo, expón claramente tu causa, no denigres a otros individuos!
Si quieres un cambio, dirígete dignamente hacia él, no creando intimidación, desolación, miedo, a tu paso!
Por cierto, perderás menos energía y paz mental porque aunque insultando, vociferando, golpeando, destruyendo, sientas un subidón (es simple adrenalina corriendo por tus venas y te has hecho adicta/adicto a ello), el desgaste que supone, el rechazo ajeno, la deriva que conlleva, son algunos de los «síntomas» que antes o después tendrás.
Esto no va de new age ni espiritualidad, esto va de recoger la propio y hacerse responsable.
Mª Rosa Parés Giralt