Si yo ya me río, ¿para qué tendría que ir a un curso de Risoterapia?
Es lo que algunas personas piensan cuando se acercan al mundo de la Risoterapia, tal vez porque piensan que se van a reír como lo hacen en sus casas o con los amigos o con la familia, y que eso es todo. Que todo cuanto se les va a ofrecer en un curso es echar unas risas, jajaja…
Aclaremos: la risa es un ingrediente más dentro de las múltiples propuestas que se desarrollan en un curso de Risoterapia pero no es el único. Se le suman el enfoque lúdico, que no trata de reír sí o sí sino de estimular la complicidad, la diversión, la curiosidad, la apertura de mira, la interacción con los demás, a través de una amplísima variedad de dinámicas facilitadas en grupo y por una persona experta en el tema.
Las consecuencias de tal curso divergen bastante de las risas entre amigos en cuanto al planteamiento, las propuestas, la duración, la realización. Un curso así está diseñado para generar impacto a nivel mental, emocional, físico (si la capacidad física de los participantes lo permite evidentemente) y social en los asistentes.
Beneficios de la práctica de Risoterapia
En los cursos de Risoterapia se experimentan beneficios del siguiente tipo:
- aumento de los grados de vitalidad y energía
- aumento de la vivencia de alegría
- recuperación de la habilidad de divertirse de manera sencilla, genuina
- incremento en las cualidades de auto-motivación, espontaneidad, soltura…
- desarrollo de perspectiva
- refuerzo de los vínculos entre miembros del grupo o equipo
- sentimiento de unión y cohesión entre participantes
- ambiente distendido, positivo, receptivo
Beneficios de la Risoterapia Integrativa
En los cursos de Risoterapia Integrativa, además de todo lo anterior se potencia el alcance de las dinámicas y de las interacciones entre las personas por medio del enfoque Gestalt, la escucha activa, un modelo efectivo de pautas cognitivas, Mindfulness, clown, expresión corporal y de la voz, contacto… El alcance de la Risoterapia Integrativa es por tanto aún más poderoso y transformador:
- nos damos cuenta de nuestros procesos internos
- aprendemos recursos para la auto-gestión
- desarrollamos habilidades personales y sociales
- tomamos contacto con la vulnerabilidad, la ternura, el afecto
- podemos mostrarnos naturales, sin máscara
- atendemos, elaboramos e integramos lo que emerge a nivel individual y grupal durante la sesión
- dentro del contexto lúdico, las propuestas pueden estar orientadas al abordaje concreto de ciertas situaciones, capacidades, cualidades, aspectos, focalizando el desarrollo de la sesión en un tema específico
Descritas las particularidades de la Risoterapia y de la Risoterapia Integrativa, podemos elegir entonces entre la opción de echar unas buenas risas con conocidos (o incluso a solas) y sentirnos animados y descargados, y la opción de asistir a un curso para sumergirnos en una piscina de juego, risas, interrelación, experiencias, sensaciones, emociones, comprensiones, movimiento, cambios.
Por supuesto que reír a menudo con la gente es genial, beneficioso, provechoso, estrecha lazos y nos conviene contar con momentos así en la vida. Reír relaja tensiones, lima «asperezas» sociales, crea proximidad… todo ello es altamente recomendable! Los cursos a los que hace referencia este artículo no excluyen en ningún caso la risa cotidiana, social, sino que permiten el máximo despliegue del potencial de lo lúdico, la risa y el encuentro grupal al servicio del bienestar, la excelencia y el crecimiento personal.
Son algunas de las razones por las que podríamos participar en un curso de estas características y obtener de primera mano una percepción real sobre la materia para construirnos una conclusión con criterio, en lugar de afianzarnos en la idea «Pero si yo ya me río…».
Mª Rosa Parés Giralt