Seguiré siendo humana aunque esté iluminada!
Parece que hay una idea generalizada de que las personas o somos miserables, mediocres, humanas, o somos dioses. Como si una cosa no fuera viable con la otra, o eres un ser corriente o eres un ser iluminado.
Por mucho tiempo he considerado esa creencia verdadera. Respecto a mis terapeutas, los veía incongruentes cuando en el aula o en sesión privada trabajaban sobre el desarrollo de recursos y en su cotidianidad mostraban defectos.
Me ocurría por ejemplo con una persona consteladora (para quien no sepa sobre el tema, es un enfoque orientado al amor en su sublime sentido) que en las pausas salía a la calle a fumar, la cual cosa me chirriaba porque no lo veía como un acto amoroso precisamente.
Con el tiempo también he sabido -por medio de cotilleos que corren entre terapeutas- de asuntos de sexo de algunos profesionales y otras neuras (obsesiones) de varios de ellos. Estas cosas, cuando empecé a formarme y a hacer mi propio proceso personal, me chocaban!
Luego, con el tiempo, he entendido que los seres humanos somos seres humanos para siempre, desde que nacemos hasta que morimos. Incluso los llamados maestros espirituales de quienes también he conocido cotilleos.
Eps! No vale todo por muy terapeuta/maestr@ que sea alguien
Esto no quiere decir, para mí, que todo vale y que la persona terapeuta/maestra puede hacer cualquier cosa y queda justificada, no! Eso sería ingenuidad, indulgencia, irresponsabilidad, o cosas así.
Ser human@ y estar currad@ (como se dice popularmente de las personas que hacen camino interior) no son dos cosas diferentes que se anteponen la una a la otra, son áreas distintas que nos configuran a los individuos.
Es como tener todo el abanico de colores, todas las posibilidades, todas las opciones, todas las habitaciones disponibles (cuánta libertad, es la sensación que tengo al leer este párrafo!), y con ese trabajo interior que cada cual haya hecho, con el nivel de conciencia que cada cual haya alcanzado, darse cuenta cuando está en una de las posibilidades que no le interesa.
A mí no me vale “Soy así y te aguantas”. Me vale conocer mis límites, mis capacidades, mis dones, mis dificultades.
Me vale saber lo máximo posible sobre mí para no sorprenderme cuando se pone en marcha cualquier programa, patrón, juicio, ignorancia, para no maquillarlo y que parezca otra cosa, para no hacer ver que lo tengo todo controlado porque soy terapeuta, para elegir volver al equilibrio, a mi centro, reconociendo mi terrenidad.
Conciencia y Conciencia
Es decir, al día de hoy, creo que todas nuestras opciones como personas humanas no desaparecen por mucho que nos acerquemos o estemos en el mundo de las diosas y los dioses. Todo lo que hay es Conciencia de cuando entro en espacio de conocimiento, inspiración y sabiduría, en zonas viejas, en modo bucle, en “cosas” raras, en “cosas” confusas…
Pero ni tengo todo resuelto ni estoy por completo desconectada de algo “divino”, “superior”.
Por ello, sigo enfadándome, poniéndome nerviosa, perdiéndome… la diferencia la pone la Conciencia y la Voluntad de no seguir alimentando esos circuitos. A eso le llamo yo gestión!
Lo humano no me quita un ápice de lo divino, lo divino no me quita un ápice de lo humano.
Mª Rosa Parés Giralt