Vemos la vida a través de un caleidoscopio

Confundimos la realidad con lo que en verdad es. La llenamos de explicaciones, reglas, dogmas, ideologías, cuando lo cierto es que la realidad ocurre al margen de todo eso.
Vacía tu taza, te harás un favor

Hay que vaciarse primero para tomar algo nuevo. Las personas vamos llenas de información, teorías, conclusiones, convicciones, etc. y queremos aprender (o controlar) lo nuevo sin hacer espacio para ello.
Sinceridad, ¿sea como sea?

Confundimos la sinceridad con soltar lo primero que nos pasa por la cabeza o nuestra frustración. Sinceridad debe ser un acto más sublime que vomitar una carga.
¿Oficio? ¡Comentarista profesional!

Comentar, opinar, decir algo sobre cada cosa que hacemos, nos sucede o sentimos, nos aparta de la experiencia real con eso y de la posibilidad de atenderlo de la forma más adecuada.
El secreto está en no agarrar, más que en soltar

Agarrar demasiado genera apego y el apego genera sufrimiento, soltar quiere decir vivir lo que hay en el momento presente sin apego entendiendo que todo cambia
Dejar ser lo que cada cual es, ¿eso qué es?!

Creemos que ser una misma, uno mismo, es algo que se puede hacer dejándose ser sin más. Lo cierto es que aún y siendo sin más, somos el resultado de la continua interacción con el entorno y el propio cuerpo, no estamos exentos de factores condicionantes.
No agarres

En la meditación nos referimos en no agarrar a observar lo que acontece sin apego y sin expectativas, reconociendo todo lo que surge en nosotros y en el exterior.
Proyección: no solo se proyecta aquello que no nos permitimos

La proyección no es solo cuestión de no querer ver lo que no nos gusta en nosotros, es un basto y complejo mecanismo que abarca diversos aspectos que atribuimos al mundo como por ejemplo responsabilizar a otras personas de las propias necesidades.
Las vueltas que damos en lugar de ir recto

Las personas tenemos la cualidad de hacernos la vida lo más fácil posible o de enredarnos de maneras increíbles cuanto menos.
Tener razón es una cuestión de supervivencia

Querer tener razón puede ser una reminiscencia de estrategias de supervivencia, una manera de consolidar y reafirmar el ego, un modo de no experimentar vacío frente a la posibilidad de que eso no sea así.